La muda ocurre. Pero aquí te explicamos cómo saber si se trata de algo más.

Has estado haciendo todo "bien". Fundas de almohada de seda. Masajes en el cuero cabelludo. Una relación casi romántica con tu champú. Y aún así, tu coleta es más fina, tu parte parece más ancha y miras de reojo al cepillo como si te hubiera traicionado.

¿Te suena?

No eres el único. La caída del cabello es completamente normal (sí, hasta 100 mechones al día), pero cuando se vuelve excesiva, irregular o persistente, puede estar apuntando a algo mayor. La alopecia.

Y no, la alopecia no siempre se manifiesta con una calvicie total o una caída espectacular de la noche a la mañana. A veces, aparece lentamente, como un retroceso de cabello que de repente resulta sospechoso o pequeños cabellos que nunca vuelven a crecer. Es una palabra con mucha carga, pero detectar los signos a tiempo puede marcar la diferencia en la forma de tratarla y en cómo te sientes al respecto.

En la guía de hoy, te explicamos cómo saber si tienes alopecia, cómo son los distintos tipos de caída del cabello y cómo seguir adelante (mental, emocional y prácticamente). Además, hablaremos de la alopecia por tracción (sí, tu coleta arrancada podría ser parte del problema), de los desencadenantes más comunes y de algunas soluciones muy útiles, como cambiar tu rutina de peinado, buscar la opinión de un profesional o encontrar un postizo que te haga volver a sentirte tú misma.

Te tenemos, chica

 

¿Qué aspecto tiene la alopecia en la vida real?

  • ¿Qué aspecto tiene la alopecia en la vida real?
    La muda de pelo es normal. De verdad. La mayoría de nosotros perdemos entre 50 y 100 mechones al día simplemente por cepillarnos, lavarnos con champú y hacer nuestra vida cotidiana. Pero la alopecia es diferente, no se trata sólo de perder pelo, sino de NO recuperarlo. Y a menudo se manifiesta de forma sutil al principio, pero perceptible con el tiempo.

    Esto puede significar que tu coleta ya no se enrolla tantas veces como antes. O que de repente tu raya parece un poco más ancha. Tal vez veas zonas irregulares que parecen suaves o extrañamente redondeadas, sobre todo alrededor de las sienes, la coronilla o la línea de nacimiento del pelo. Algunas personas incluso empiezan a notar un adelgazamiento en zonas que no esperaban, como las cejas, las pestañas o el vello corporal.

    No siempre se trata de mechones que se caen en la ducha. A veces, las señales de alarma son quemaduras lentas: adelgazamiento gradual, cuero cabelludo más visible o calvas que nunca viste venir.

    ¿El truco? La alopecia puede afectar a cualquiera, independientemente de su edad, sexo o tipo de cabello. No es sólo algo con lo que tengan que lidiar tus parientes mayores. Es algo a lo que miles de mujeres, incluidas personas de entre 20 y 30 años, se enfrentan cada día.

    Si notas el pelo diferente y llevas así más de unas semanas, puede que sea el momento de analizar qué está pasando.

Diferentes tipos de alopecia y cómo se manifiestan
No todas las alopecias son iguales. De hecho, la palabra "alopecia" no es más que un término genérico para referirse a la caída del cabello, pero bajo ese paraguas hay algunas situaciones muy diferentes. Entender a cuál de ellas te enfrentas es importante, no sólo para tu tranquilidad, sino también para encontrar el tratamiento adecuado (y no perder el tiempo con cosas equivocadas).

He aquí un desglose sin jerga de los tipos más comunes.

1. Alopecia areata
Ésta es astuta. Suele empezar con una o dos calvas redondas y lisas en el cuero cabelludo, las cejas o la zona de la barba. La calvicie puede ser leve o evolucionar hacia una pérdida más generalizada. Es una enfermedad autoinmune: el cuerpo se confunde y ataca los folículos pilosos. Es divertido. ¿La buena noticia? Suele ser temporal y puede volver a crecer con el apoyo y el plan de tratamiento adecuados.

2. Alopecia androgenética
También conocida como caída del cabello de patrón femenino. Es gradual. Es más un desvanecimiento lento que una salida drástica, que suele manifestarse como un adelgazamiento general, especialmente en la coronilla y en la línea de nacimiento. Suele ser hormonal y a veces genética, por lo que tiende a aparecer después del embarazo, durante la perimenopausia o debido al síndrome de ovario poliquístico.

3. Efluvio telógeno
Síndrome de estrés capilar, básicamente. Aparece después de factores estresantes importantes: enfermedad, cirugía, dietas de choque, grandes traumas emocionales. Un montón de pelos saltan de golpe, normalmente 2-3 meses después del suceso desencadenante. Lo bueno es que suele ser temporal y totalmente reversible una vez que el cuerpo se recupera.

4. Alopecia por tracción
Llamada a todas las chicas con el pelo alisado, a las trenzadoras y a las amantes de las extensiones. Este tipo de pelo está causado por una tensión crónica -piensa en coletas apretadas, trenzas, pelucas o peinados pegados- que con el tiempo tira literalmente del pelo desde la raíz. Suele empezar en los bordes y las sienes, y cuanto antes lo detectes, más posibilidades tendrás de revertir la situación.

5. Alopecia total y universal
Son más raras y más intensas. Totalis = pérdida de todo el cabello del cuero cabelludo. Universalis = pérdida de todo el cabello de la cabeza a los pies. Ambas son formas avanzadas de alopecia areata e implican un nivel más profundo de afectación autoinmune. Si estás aquí, probablemente ya estés trabajando con un dermatólogo.

¿Todavía no sabe a qué tipo se enfrenta? Para eso está el diagnóstico (cita con el dermatólogo = tu mejor amigo). Pero conocer los signos te da una gran ventaja.

¿Qué causa la alopecia? (Spoiler: no siempre es lo que piensas).

El pelo no se cae "sin motivo", aunque a veces lo parezca. Suele haber un desencadenante, o una combinación de desencadenantes, que alteran el ritmo normal del cuero cabelludo. ¿Y averiguar qué ocurre bajo la superficie? Ese es el primer paso para hacer algo al respecto.

He aquí algunos de los culpables más comunes de los distintos tipos de alopecia.

🧬 Genética
Si a tu madre, a tu tía o a tu abuela se les fue cayendo el pelo con la edad, es posible que a ti te ocurra lo mismo. Se trata de la clásica alopecia androgenética, que tiende a aparecer lentamente con el paso del tiempo.

🩺 Respuesta autoinmune
En casos como la alopecia areata, el sistema inmunitario se confunde y empieza a atacar los folículos pilosos sanos. ¿Por qué se produce? Sigue siendo un misterio, pero el estrés, las infecciones e incluso las vacunas se han relacionado con brotes en personas genéticamente propensas.

🎢 Cambios hormonales
Embarazo, posparto, perimenopausia, cambio de anticonceptivos... sí, las hormonas pueden alterar el ciclo de crecimiento del cabello. Si la caída empezó después de un cambio hormonal importante, es probable que eso sea parte del problema.

Medicamentos y problemas de salud
Algunos medicamentos recetados (como los antidepresivos o los medicamentos para el acné), los problemas de tiroides, la anemia y el síndrome de ovario poliquístico pueden alterar el equilibrio del cuero cabelludo. Si se te está cayendo el pelo y nada más parece ir mal, quizá merezca la pena que consultes a tu médico y te haga unas pruebas de laboratorio.

😫 Estrés crónico
No quiero sonar dramático, pero el estrés puede ser un auténtico villano. Cuando tu cuerpo está sometido a una presión constante (hola, plazos de entrega en el trabajo, rupturas, caos global), desvía energía de cosas "no esenciales", como el crecimiento del pelo.

🍽️ Carencias de nutrientes
La falta de hierro, de proteínas o de vitamina D pueden provocar una caída excesiva. Si has cambiado tu dieta últimamente o te saltas comidas con regularidad, tu pelo puede ser el primer lugar donde aparezca.

💇♀️ Hábitos capilares
Esto es astuto. Si llevas constantemente moños apretados, duermes con trenzas o utilizas tratamientos químicos agresivos, es posible que estés preparando poco a poco el terreno para la alopecia por tracción. Y una vez que el daño está hecho, es difícil de revertir, así que la prevención es clave.

La cuestión es: la caída del cabello no es algo que "ocurra porque sí". Hay una razón, y una vez que la descubras, podrás recuperar el control (y tus bordes).

Cómo tratar la alopecia (y ver resultados)

Vale, chica, te has dado cuenta de que se te cae el pelo más de lo normal y ahora andas en espiral por Google buscando una cura milagrosa. Respira hondo. ¿La buena noticia? Hay opciones. ¿La mala? La alopecia no es única, así que el tratamiento adecuado depende de la causa de la caída del cabello.

Vamos a desglosarlo por tipos, para que no pierdas tiempo (ni dinero) en cosas que no te servirán.

Para la alopecia androgenética (también conocida como debilitamiento hereditario del cabello)
You’re seeing gradual thinning—often at the crown, part line, or temples. If it runs in your family, this is likely your culprit.

Try this:

– Topical minoxidil (think: Rogaine) to help prolong the growth phase and boost density

– Low-level laser therapy tools (yes, they actually have science behind them)

– Supplements with biotin, saw palmetto, and vitamin D

– Chat with a derm about spironolactone or oral minoxidil if things feel more serious

For alopecia areata (aka autoimmune flare-ups)
This one hits suddenly—round patches, sometimes even eyebrow or lash loss.

Try this:

– Corticosteroid injections or topical immunotherapy from a dermatologist

– Newer treatments like JAK inhibitors (they’re making waves)

– Managing stress levels like it’s your full-time job (seriously)

For traction alopecia (aka style-induced damage)
Edges thinning? Bald spots? Living in tight braids or slick buns? This might be your category.

Try this:

– Let your scalp breathe—ditch tight styles and switch to silk pillowcases

– Massage your scalp with castor oil to boost blood flow

– Protective styles that don’t pull (they do exist)

– Explore hair systems or extensions (We at The Lauren Ashtyn Collection are *literally* built for this)

For stress- or nutrient-based shedding (telogen effluvium)
Usually shows up months after major life stuff—breakups, burnout, illness, crash diets.

Try this:

– Prioritize rest, hydration, and easy movement (a.k.a. wellness, not pressure)

– Check your vitamin levels—especially B12, D, iron, and zinc

– Up your protein intake

– Be patient—it does grow back once your body gets what it needs

 

Signs it’s time to see a professional (and not just your TikTok fyp)
At some point, scrolling through hair advice from strangers on the internet just isn’t cutting it anymore. If your scalp’s been throwing tantrums and your usual hair lineup isn’t working its magic, it might be time to bring in a professional.

You’ll want to call in a derm or trichologist if any of these sound way too familiar.

– You’re losing hair fast—like, you’re finding strands on your pillow, in your brush, and down the drain at record speed.

– Your ponytail feels thinner, your part looks wider, or your edges are quietly disappearing.

– You’ve spotted smooth, oddly shaped bald patches that weren’t there before.

– Your scalp feels itchy, irritated, inflamed, or just… off.

– You’ve tried every serum, supplement, and scalp scrub under the sun—still nada.

 

And if you’ve been putting off the appointment because you “don’t want to be dramatic”? Babe, prioritizing your scalp is health, not vanity. When you do see a specialist, don’t be surprised if the convo expands beyond your strands. Hair health is connected to so much more—think stress, hormones, nutrition, even how you style it on the daily.

Top tip: Start snapping progress pics every few weeks. Sometimes what feels like no change in the mirror looks completely different in a photo, and that visual timeline could be a game-changer during your appointment.

What to do when hair loss hits different

Hair stress is real, but feeling helpless about it? That’s not the vibe. If your strands are suddenly on the floor more than your head, or you’re noticing patchy spots, thinning edges, or a ponytail that just isn’t ponytailing like it used to… It’s time to pay attention.

You don’t need to have all the answers today, but it’s worth getting curious. Book that derm appointment. Ask the questions. Track what’s changing with photos. Knowledge really is power when it comes to your hair health.

And if it is alopecia? You’ve still got options. From medical treatments to lifestyle shifts to confidence-boosting hair toppers , there’s no one-size-fits-all approach—but there is support.

Just remember: hair doesn’t define you. But we know it’s deeply personal. And around here, we’re all about helping you feel like you again—stronger, softer, more secure.

Whatever your hair journey looks like, you don’t have to walk it alone.