Llevas SPF. No olvides tu plan de protección capilar
Los vuelos están reservados, los bikinis preparados y la salida de la oficina ha comenzado oficialmente. Pero antes de lanzarte a la piscina infinita como la protagonista que eres, hablemos de corazón a corazón.
Porque nena, las extensiones son un lujo. ¿Y el cloro, el agua salada y los misteriosos restos de crema solar? Sí... esos no forman parte del equipo glamuroso. Son más bien los ex tóxicos del verano, que dejan tras de sí puntas quebradizas, fijaciones resbaladizas y el temido pelo teñido de verde que absolutamente nadie pidió.
Has invertido en un buen conjunto de extensiones de cabello humano (también conocido como tu personalidad en este momento). Así que no, no vamos a tirarlas al agua de la piscina y esperar lo mejor.
¿La buena noticia? No tienes por qué quedarte en tierra ni perderte ni un solo día de playa. Con la preparación adecuada, un poco de estrategia y algunos trucos de los profesionales de las extensiones (hola, nosotros), puedes nadar, tomar el sol y hacerte selfies sin sacrificar tus mechones.
Sigue leyendo para conocer el plan definitivo para proteger tu pelo, mantener los lazos firmes y evitar arrepentimientos después de nadar. Porque las extensiones también pueden nadar, pero no sin un plan.
Lista de comprobación previa a la natación: proteger primero, salpicar después
El agua no es tu enemigo, pero puede convertirse en la peor pesadilla de tus extensiones si no estás preparada. A continuación te explicamos cómo proteger tus extensiones antes de ir a la playa o a la piscina.
1. Empápate el pelo (antes de que lo haga la piscina)
Empapa tu pelo con agua fresca y limpia antes de entrar. ¿Por qué? Las extensiones secas son básicamente una esponja para el cloro y la sal, y nada de eso es bonito. Si las mojas previamente, rellenarás la cutícula del pelo, por lo que habrá menos espacio para que se impregnen las sustancias agresivas.
Consejo: Lleva una botella de agua reutilizable llena de agua fresca en tu bolsa de playa para rellenarla rápidamente.
2. Aplica una capa de acondicionador sin aclarado o una mascarilla
Piensa en ello como un protector solar para tus extensiones. Una mascarilla capilar enriquecida o un acondicionador sin aclarado actúan como una barrera entre tus extensiones y los elementos: retienen la humedad, bloquean los productos químicos y facilitan el desenredado después de nadar.
Consejo: Utiliza una mascarilla que sea segura para las extensiones de cabello humano (no todas lo son). Y si tiene protección UV, mejor.
3. Olvídate de las ondas sueltas y recógetelas
¿Olas de playa sueltas y fluidas? Impresionantes. Hasta que se convierten en un lío enmarañado a mitad del baño. Mantén tus extensiones seguras con una trenza baja, un moño alto o una goma de pelo. Esto no sólo ayuda a evitar que se enreden, sino que minimiza la exposición al agua en las raíces (donde viven los lazos).
¿Necesitas inspiración? Los moños trenzados, las boxer braids y las bubble braids son todas extensiones aptas para la playa.
4. Usa un gorro de baño (bonito) o envuélvelo
Vale, vale, lo entendemos: los gorros de natación NO son la onda. Pero si vas a hacer largos o sumergirte en el agua, un gorro de natación de silicona es tu mejor amigo. ¿Y si no? Un pañuelo de seda o un bonito pañuelo estampado es una forma discreta de llevar el pelo recogido y protegido. Además, están de moda, así que ¿por qué no?
Consejo: Busca gorros de baño para pelo largo o grueso, que se ajusten a las extensiones sin tirar.
5. Mantén el protector solar alejado de tus mechones
Seguro que has oído historias de terror sobre cabellos verdes por la piscina, pero ¿extensiones teñidas de rosa por la crema solar? También es muy real. Los protectores solares con alto contenido químico (especialmente los que contienen avobenzona) pueden reaccionar con las extensiones rubias y causar decoloración. Llora.
Solución: Aplícate protector solar antes de peinarte. Lávate las manos antes de peinarte. Y mantén los sprays con SPF alejados de tu cabeza. Créenos.
Qué pasa si nadas con extensiones (sin la preparación)
Así que te zambulliste de lleno. Pero ahora tus extensiones están saladas, empapadas de sol y quizá un poco sospechosas.
Esto es lo que realmente ocurre bajo la superficie.
1. El cloro puede debilitar tus enlaces
El cloro no sólo reseca las cosas, sino que puede estropear los adhesivos. Piense: cintas adhesivas que se resbalan, uniones que se aflojan, clips que se mueven. ¿Exposición repetida sin protección? Prepárate para que tus extensiones empiecen a desprenderse a mitad del viaje. Triste, pero cierto.
2. El pelo verde no es un mito
¿Ese extraño tinte verde en el pelo rubio? La culpa es del cobre del agua de la piscina que se oxida con el cloro. Se adhiere a las extensiones más claras y no siempre desaparece con el champú. Una vez que se fije, necesitarás un tratamiento clarificante o un champú quelante para solucionarlo. La prevención es mucho más fácil, confía.
3. Agua salada = caos seco y enmarañado
La sal elimina rápidamente la hidratación del cabello, y las extensiones no tienen aceites naturales para combatirla. Esas ondas playeras se convierten en un nudo crujiente para la cena. ¿Y desenredar las extensiones secadas con sal? Mayor riesgo de daños y roturas.
4. Los rayos UV decoloran y fríen
El sol es bonito, pero destiñe tu color a la vez que rompe tus enlaces. ¿Ese tono rubio mantecoso o moreno intenso? Si no lo proteges, parecerá bronceado y apagado. El daño de los rayos UV también hace que el adhesivo sea menos fiable con el paso del tiempo. Vaya.
5. Las manchas de crema solar son reales
Sí, el SPF es importante, pero puede manchar tus extensiones, especialmente si son rubias platino o ceniza. ¿El resultado? Manchas rosas o melocotón que parecen un trabajo de color accidental. Utiliza SPF mineral o recógete el pelo antes de la aplicación.
A continuación te daremos tu plan de recuperación para después de nadar. Porque aunque no te hayas preparado, puedes recuperarte... y, cariño, te tenemos a ti.
Cómo cuidar las extensiones después de nadar
Nadaste. Has arrasado. Ahora tus extensiones necesitan un poco de cariño. Esto es lo que debes hacer en cuanto te seques.
1. Aclarar inmediatamente
No esperes. Enjuágate el pelo lo antes posible con agua fresca y fría para eliminar la sal, el cloro y la acumulación de producto. Incluso si no puedes hacer un lavado completo de inmediato, este enjuague rápido ayuda a prevenir el daño a largo plazo y esa temida textura crujiente.
2. Champú con cuidado
Utiliza un champú sin sulfatos y seguro para las extensiones, como éste que recomendamos. Masajea suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, no con las uñas, y evita frotar las extensiones. Concéntrate en limpiar las raíces y deja que el producto se distribuya por todo el cabello.
3. Acondiciona siempre (pero omite las raíces)
Aplique el acondicionador sólo de medios a puntas, ya que hidrata el cabello sin soltar las uniones. Prueba nuestro acondicionador para extensiones, cuya fórmula suaviza y alisa el cabello sin resbalar en las raíces. Déjalo actuar de 3 a 5 minutos y acláralo con abundante agua.
4. Desenreda suavemente con un peine de púas anchas
Empieza por las puntas y ve subiendo sección por sección. Sujeta las extensiones por la base para evitar tirones. Para los nudos más rebeldes, utiliza un spray sin aclarado o una bruma desenredante.
5. Seque al aire cuando pueda, o a baja temperatura.
Seca el pelo con una toalla de microfibra (sin frotar) y deja que se seque al aire siempre que sea posible. Si necesitas acelerar el proceso, sécalo en frío con un difusor o boquilla para dirigir el flujo de aire hacia abajo. Y utiliza SIEMPRE un protector térmico si después vas a utilizar herramientas calientes.
6. Lleve un plan de respaldo
Tu look playero no tiene por qué depender siempre de las extensiones. Si no vas a nadar pero te apetece lucirlo, mete en la maleta una cofia de quita y pon para cambiar de look sin complicaciones. Quítatelo antes de ir a la piscina, recoge tu pelo natural en un moño bajo, ponte un sombrero y listo: sin esfuerzo, chic y protegida. (Puede que no seamos imparciales, pero los nuestros son una opción por esa misma razón).
Lo último en kit de viaje seguro para extensiones
Has reservado el viaje. Has planeado los ajustes. Pero, ¿has hecho una maleta inteligente para tus extensiones de pelo? Estos son los productos no negociables que siempre metemos en la maleta. Y sí, hemos añadido uno de nuestros favoritos (no lo siento).
1. Un dúo de champú y acondicionador sin sulfatos
Elija uno fabricado específicamente para extensiones, sin detergentes agresivos. Nuestro champú y acondicionador para extensiones son leyendas de viaje: ligeros, seguros para las extensiones y hechos para cuidar el cabello humano.
2. Un cepillo desenredante o un peine de púas anchas
Brisa de playa + paseos en barco = enredos. Un buen cepillo mantiene los nudos bajo control sin tirar de tus ataduras. Busca uno con cerdas en bucle o un cabezal de pala flexible.
3. Acondicionador sin aclarado o protector UV
Imprescindible. Utilícelo antes de la exposición al sol o de los chapuzones en la piscina para sellar la humedad y evitar la decoloración, la sequedad y la distorsión del color.
4. Una toalla de microfibra
Olvídate del algodón del hotel. Una toalla suave de microfibra no daña los enlaces y reduce el encrespamiento, algo especialmente importante cuando tu pelo está vulnerable después de nadar.
5. Mascarillas capilares (hola, tratamiento de playa incorporado)
Una mascarilla capilar nutritiva sirve también como bálsamo para el peinado cuando te haces una trenza o un moño. Deja que haga su trabajo mientras te tomas esa bebida helada.
6. Un bonito pañuelo de seda o gorro de baño
Elegante y práctico. Protege tu pelo del sol y de los FPS a la vez que añade energía protagonista a cualquier foto junto a la piscina.
7. Un movimiento extra: una cofia para los días de descanso
¿No te va el mantenimiento a todo glamour todos los días de vacaciones? Nosotros te ayudamos. Ponte una cofia y dale un respiro a tu pelo natural. Perfecto para los sombreros de playa y los peinados hacia atrás. Este truco salva vidas (y espacio en el equipaje).
Tú y tus extensiones os merecéis un verano de chicas calientes (No una historia de terror capilar)
El modo vacaciones es sagrado. ¿Y tus extensiones? Se merecen el mismo nivel de planificación que pones en tu atuendo para el aeropuerto o en tu lista de reproducción para la playa. Así que sí, puedes nadar con extensiones, sólo tienes que cuidarlas como ellas cuidan tu confianza.
Desde evitar los daños causados por el cloro y las misteriosas manchas de crema solar hasta hacerte un moño trenzado, ahora ya sabes cómo proteger tu melena. ¿Y aunque te des un cañonazo espontáneo o te olvides del prelavado? Tu rutina post-natación es oficialmente infalible.
La verdad es que las extensiones son perfectas para el verano, sólo hay que saber prepararlas, protegerlas y mimarlas. Puntos extra si te llevas un pañuelo bonito, un bote de acondicionador sin aclarado y una cofia para los momentos en los que no necesitas mantenimiento (te vemos, días de moño).
Así que adelante, vive tu vida de yate, nena. Pero no olvides tu plan para el pelo.
Ah, ¿y una última cosa? No esperes a la víspera de tu vuelo para aprovisionarte. Hazte ya con tus imprescindibles para las extensiones y prepara tus mechones para el éxito.
Porque las fotos de la playa se desvanecen, ¿pero el daño? Eso se queda.
